Las tribulaciones de una institutriz victoriana. La primera novela de la menor de las hermanas Brontë.
Anne, la menor de las hermanas Brontë, nació en Thornton (Yorkshire), pocos meses antes de que la familia se trasladara a Haworth, donde su padre, el reverendo Patrick Brontë, había sido nombrado vicario perpetuo. Muerta la madre en 1821, Anne fue educada en familia por su padre y su tía, Elizabeth Brandwell, hasta que a los quince años ingresó en Roe Head, la escuela donde su hermana Charlotte era maestra. Entre 1839 y 1845 fue institutriz en diversas casas, y de su experiencia en este trabajo surgió su primera novela, Agnes Grey, que se publicaría en 1847 conjuntamente con Cumbres borrascosas, de su hermana Emily. Un año antes, bajo el seudónimo -que nunca abandonarían- de Acton, Ellis y Currer Bell, las tres hermanas habían conseguido publicar un volumen de Poemas. En 1848, aparecería la segunda y última novela de Anne, La inquilina de Wildfell Hall. Poco después, en mayo de 1849, murió de tuberculosis en Scarborough.
Cuando su familia queda empobrecida tras una especulación financiera desastrosa, Agnes Grey decide colocarse como institutriz para contribuir a los escasos ingresos familiares y demostrar su independencia. Pero su entusiasmo se apaga rápidamente al tener que luchar contra los difíciles hijos de los Bloomfield y el doloroso desdén con que la trata la familia Murray. Inspirada directamente en las infelices experiencias de la autora, Agnes Grey describe las temibles presiones a que se sometía a las institutrices en el siglo XIX.