Los Caballeros de la Tabla Redonda están reunidos para designar quién de ellos irá en busca del Santo Grial: la copa que recogió la sangre de Jesús, el día de su crucifixión. Eligen al joven Perceval. Este empieza su búsqueda y encuentra un castillo acogedor y lleno de riquezas, con un dueño simpático y generoso que le da de comer. De pronto aparecen unas mujeres jóvenes. Una de ellas lleva una copa de oro y rubíes. El dueño del castillo le propone que se quede a dormir, pero Perceval escapa. Una vez que se encuentra fuera, ve cómo el castillo ha desaparecido. Pregunta a un campesino si hay algo que se parezca a un castillo en la región. El campesino le contesta que se trata del castillo del Rey Pescador, y que según la leyenda, aparece y desaparece como por arte de magia y que alberga el Santo Grial. Perceval comprende que nadie ha estado más cerca que él de atrapar el misterio del Santo Grial.
