Siempre es una alegría encontrarse con un nuevo libro de María José Cortés. Es una de las pocas voces que salvan este trabajoso mundo poético español, donde las cuotas han dominado la calidad y donde la valentía se ha transfigurado en banalidad y negocio. En mi querida poeta, radiante siempre en la brevedad de sus textos, navegan todos los arquetipos de la poesía y su voz los traslada con fiera lealtad a nuestro oído. Es una poesía declamativa y ágil. María José Cortés domina a placer el versículo, el discurso lírico de la necesidad y el componente prosaico, a veces casi épico, de la dignidad del ser humano y sus condiciones. Denuncia de la mentira, elaboración de la calma, compromiso con la ética de ser viviente, solidario y sentido. Donde el olvidado don de la vergüenza no desestima el homenaje, donde quien alza su voz lo hace desde la femenina un día calidad de la victoria. Si todos alguna vez merecemos ser salvados, en parte será por la palabra valiente de los poetas. Regalo hecho música en que María José Cortés hace tiempo se sabe, se presume y nos lo canta.
