A principios del siglo XVII, la mirada de un embajador veneciano representa al Inquisidor General como Âôla mayor cosa de aquel ReinoÂö. Dibujado en las Cortes de Cádiz como un Âôverdadero soberanoÂö, el Inquisidor General es el ÂôJefe de la InquisiciónÂö, el superior jerárquico del Santo Oficio espa?ol, la cabeza de la organización. Sin embargo, su perfil institucional todav¡a es un misterio. ?Quiénes fueron los hombres que gobernaron la Inquisición espa?ola?, ?quién y cómo los eligió y los nombró?, ?qué poderes ejercen?, ?con quién entran en conflicto?, ?cómo es su relación con el Rey, con el Papa o con los diversos órganos de gobierno de la monarqu¡a?, ?tiene l¡mites su poder?, ?cómo evoluciona su consideración institucional?, ?qué privilegios y retribuciones disfruta?, ?quién gobierna el Santo Oficio cuando enferma, está ausente o muere? El rastreo de archivos nacionales y extranjeros permite aportar las claves fundamentales de una figura que durante más de trescientos a?os está situada en el mismo centro del poder de la Monarqu¡a hispánica.