El presente estudio pretende mostrar cómo HÃñberle es ante todo y más allá de cualquier otra consideración un buen Filósofo del Derecho, -especialmente visible a través de su faceta de Âôpedagog¡a universitaria Âö- que ostenta una proyección simultánea de doble cu?o culturalista-institucionalista, pese a haber hipertrofiado a nivel bibliográfico su faceta de jurista constitucionalista y, en menor medida, la de eclesioestatalista pues mantenemos que en todo momento se perfila una estructura iusfilosófica básica subyacente ¡nsita a sus obras, obras que sin embargo presenta mayormente como Âôteorias jur¡dicasÂö haciendo uso en parte de la nomenclatura propia de Âôla concepción cient¡fica del DerechoÂö heredada de la l¡nea iusfilosófica de su maestro K. Hesse (Das Recht als Rechtswissenschaft) y, en parte, por razones de puro marketing -alentado por las propias editoriales-, en vistas a la comercialización de sus libros, siempre mucho más vendibles con t¡tulos como ÂôTeor¡a constitucional Âö que con el más prosaico de ÂôElementos de Filosof¡a jur¡dico-constituciona lÂö.