Carlota, de catorce años, recibe un buen día la noticia de que sus padres se van a tomar unas vacaciones matrimoniales, es decir, se van a separar durante un tiempo. Ella y su hermano Marcos tendrán que organizarse para vivir sin su madre. Además, descubre que Ramón, que convalece en el hospital tras un accidente de moto, no corresponde de verdad a su amor. A pesar de todo, Carlota conserva intacta su sonrisa y su vitalidad: entusiasta y optimista, afronta sin dramatismos los problemas de la vida, repitiéndose a menudo "así es la vida".