Sólo debería tratarse de un desafío para pasar el rato, pero el hombre al que Gudrun está siguiendo por todo Berlín termina por ser secuestrado delante de ella. Gudrun y sus amigos, Dags y Olaf, saben que tienen que ayudar de alguna forma a ese hombre. Como la policía no toma sus denuncias en serio, comienza para los tres una apasionante persecución por Berlín. Descubren que se trata de ladrones de obras de arte y mientras los siguen en los sótanos del Museo de Pérgamo, Dags es secuestrada. Los otros dos deciden salvarla y hacer que se detenga a los ladrones.
