Demonica es un paraje del que nadie ha vuelto con vida...
Rob Stevens no es un autor como otro cualquiera. Nacido cerca de Londres, en Camberley, de día es piloto aéreo y aprovecha las noches para escribir novelas para jóvenes en trenes, trayectos en taxi y habitaciones de hoteles de toda Europa. Aunque comenzó su carrera como escritor con varios libros para adultos, es en la literatura juvenil donde ha cosechado más éxito. De hecho, su primera novela La isla perdida fue nominada al prestigioso WaterstoneÆs ChildrenÆs Book Price en 2009.
Le encantan la época y las aventuras de los primeros descubridores, que refleja en la novela, y contar historias fantásticas a sus dos hijos pequeños.
Una aventura desternillante sobre cómo confeccionar mapas, hacer amigos y huir a la desesperada alguna que otra vez...
Hugo es aprendiz de cartógrafo, y lo normal para un aprendiz de cartógrafo es sentarse en un taburete a copiar mapas o practicar actualizando planos de la ciudad. Pero Hugo no está en una ciudad, sino en unas montañas de la Transilvania profunda (de las que, por cierto, todavía no hay mapas) acompañado de una gata adivina, un hombre lobo atormentado, un abominable oranguvamp, y Salvaje, su pequeño e inseparable ratón. Por raro que parezca, son un equipo de rescate: una peligrosa criatura ha secuestrado al tío Walter y ellos son los únicos que pueden liberarle.
