memoria fue relegada, si no atacada, por el régimen
posrevolucionario, pero su indudable popularidad,
dentro y fuera de México, lo ha convertido en uno de
los símbolos de la Revolución mexicana. Sin embargo,
su evocación todavía incomoda porque revive la violencia
y destrucción revolucionaria y la lucha por una
mayor justicia social. De ahí los epítetos antagónicos
recibidos por Villa, que expresan una imagen brutal e
idealizada, como los de Quinto Jinete del Apocalipsis
o Atila de Chihuahua, Robin Hood de la Frontera, o el
más célebre, Centauro del Norte. Numerosos intelectuales
de distinto signo han intentado descifrarlo, sin
olvidar que fue el propio Villa el principal propagador
de su leyenda, alimentando su dimensión cinematográfica
y hollywoodesca. Su historia simboliza también
las contradicciones internas entre las regiones
fronterizas del norte de México y sus tensiones con el
poder central, así como las difíciles relaciones del país
con Estados Unidos. Es la historia del éxito y el fracaso
de una movilización social y militar, finalmente derrotada.
Coincidiendo con el centenario de su asesinato,
esta obra da a conocer las distintas facetas del hombre
y del mito que fue Pancho Villa.
Agustín Sánchez Andrés es profesor e investigador en
el Instituto de Investigaciones Históricas de la Universidad
Michoacana de San Nicolás de Hidalgo. Especializado