El pensamiento político de Foucault reconstruye, muy en la línea de Weber, el problema de la Modernidad, inseparable del análisis de su específica racionalidad.
La reconstrucción teórica de la modernidad en Foucault que nos ofrece Blengino usa estas claves para diagnosticar lo que pueda ser la política en nuestro presente, siempre en términos de geo-política.
En la obra se nos muestra a Foucault como artificiero y cartógrafo del presente. El análisis foucaultiano de la gubernamentalización moderna como lo sustantivo del Estado permite, según el autor, evocar al pueblo como el único elemento real de resistencia.
Machado
