Hay poetas que parecen nacidos para el goce de un mundo en que hermosura y verdad andan de la mano, dice José Julio Cabanillas en la nota introductoria a Reunión del aire, de José Miguel Desuárez. Otros escriben desde la melancolía que produce esa pérdida. José Miguel Desuárez es esos dos poetas a la vez. El poeta, como indeciso funambulista, cruza de un extremo a otro extremo sin más pértiga que sus versos y un amor paciente, doméstico. Su modo de escribir, su estilo es... El estilo no existe. Cuando un escritor tiene estilo es que está acabado. El estilo de un libro es ese aire de familia que, de muertos a vivos, de verso a verso, nos dice: Este soy yo.
Están en nuestras manos las palabras de un hombre. Sus versos son fatales, incontrovertibles. No hay marcha atrás en ellos. Tiene uno la sensación de que estos poemas existían antes, mucho antes de que el poeta los escribiera.
