« à misántropo recalcitrante, cascarrabias, misógino enamorado de toda mujer, experto en el destello oscuro, en nombrar innombrables y reducir irreductibles, lacerado por las lecturas míticas, proclive a la degradación mística de toda poética, irrespetuoso con el respeto, contradicho, punzante, antipanfletario, histriónico, clásico aunque sucio, y pulcro, Leslie J. López convierte, en su alquimia, los signos arbitrarios de luz rebotada en señales inequívocas con fulgor propio.»
