Soldado de Cristo está dividido en tres secciones -la última, precisamente, es la que da nombre al volumen-. El poemario es un homenaje al presbítero cubano Félix Varela, egregio patriota del que se cuenta que, al recibir la proposición familiar de dedicarse a la milicia, manifestó su deseo de hacerse soldado de Cristo, con virtiendo su vida en una continua lucha por el independentismo de Cuba, a favor siempre de la paz y del bien de su nación. Lleno de motivos elegíacos y cargado de resignación, esperanza y optimismo, combina el verso libre con el versículo y el poema en prosa, y desarrolla un lenguaje con un recurrente contenido bíblico, deprecatorio, con alusiones a los últimos años de vida de Jesucristo.
