Es este poemario la primera obra del autor, en la que reflexiona sobre algunas cuestiones inherentes al ser humano como la naturaleza, la sociedad, el transcurso del tiempo, el dolor, la religión, la moral, la soledad o el silencio, formando un lugar en el
cual la vida y la muerte confluyen; donde lo real se aúna con lo onírico. Es por ello que, a lo largo del libro, convergen diversas voces en una misma, como si de un coro se tratase, siendo un fiel reflejo del yo más íntimo e introspectivo del escritor y en buena medida, del lector mismo.
«El alma alada de Enrique sobrevuela Madrid, Jerez y Sevilla. Pasado y presente se entremezclan en un poemario inesperado, regalo del olvido, a salvo de guerras y escondrijos. Fotógrafo paciente del mundo que quedó, es este el legado del último poeta».LUIS FOLGADO DE TORRES, escritor y editor
